El otoño dio paso al invierno
el frío caló muy dentro de mí,
la lluvia, el viento y la nieve tomaron el relevo,
las calles sombrías, los niños en casa, los parques desiertos.
A lo lejos personas que transitan sin percatarse de mi presencia.
Yo continúo mi recorrido aburrido, tenue y rutinario.
Llegando al final del camino encuentro por fin un rostro familiar,
acelero el paso y me reencuentro contigo en ese punto en que se bifurca
el recorrido y se convierte en una elección: Seguir caminando sola
o recorrer las amplias estepas a tu lado…
En ocasiones prefiero la soledad de los parajes, que la brisa
sólo susurre a mi oído, que las hojas jueguen a deslizarse por mis cabellos, que la lluvia moje cada parte de mi cuerpo, que el frío envuelva mi alma, que mis pasos sean los únicos, que mi risa suene a eco y que el silencio siga su curso y continúe dominando todo el angosto terreno…
En ocasiones, no prefiero tanto esa soledad, quiero que seas tú quien me susurre al oído, quiero que tú juegues con mis cabellos, que tu abrigo me resguarde de la lluvia, que tu abrazo me proteja del frío, que mis pasos se fundan con los tuyos, que tras mi risa suene un TE QUIERO, que el silencio pare y de paso a mil palabras de amor…
…Comienza a llover más fuerte, miro a mi alrededor y las calles
siguen desiertas, sin vida, llenas de carreras. Vuelvo la vista
atrás y no te encuentro, ralentizo mi paso y me pierdo de nuevo, por calles que no llevan a ninguna parte, para volver a revivir el sueño de haberte visto aunque tan solo fuera a lo lejos…
Siempre tuya
Clarita
el frío caló muy dentro de mí,
la lluvia, el viento y la nieve tomaron el relevo,
las calles sombrías, los niños en casa, los parques desiertos.
A lo lejos personas que transitan sin percatarse de mi presencia.
Yo continúo mi recorrido aburrido, tenue y rutinario.
Llegando al final del camino encuentro por fin un rostro familiar,
acelero el paso y me reencuentro contigo en ese punto en que se bifurca
el recorrido y se convierte en una elección: Seguir caminando sola
o recorrer las amplias estepas a tu lado…
En ocasiones prefiero la soledad de los parajes, que la brisa
sólo susurre a mi oído, que las hojas jueguen a deslizarse por mis cabellos, que la lluvia moje cada parte de mi cuerpo, que el frío envuelva mi alma, que mis pasos sean los únicos, que mi risa suene a eco y que el silencio siga su curso y continúe dominando todo el angosto terreno…
En ocasiones, no prefiero tanto esa soledad, quiero que seas tú quien me susurre al oído, quiero que tú juegues con mis cabellos, que tu abrigo me resguarde de la lluvia, que tu abrazo me proteja del frío, que mis pasos se fundan con los tuyos, que tras mi risa suene un TE QUIERO, que el silencio pare y de paso a mil palabras de amor…
…Comienza a llover más fuerte, miro a mi alrededor y las calles
siguen desiertas, sin vida, llenas de carreras. Vuelvo la vista
atrás y no te encuentro, ralentizo mi paso y me pierdo de nuevo, por calles que no llevan a ninguna parte, para volver a revivir el sueño de haberte visto aunque tan solo fuera a lo lejos…
Siempre tuya
Clarita